Hace tres meses, antes de que su vida cambiase, Paco Cabezas, un sevillano de 29 años, trabajaba en un videoclub del barrio madrileño de Chueca. Ahora acaba de dirigir a Victoria Abril en el que supone el primer cortometraje para ambos, Carne de neón, y prepara el rodaje de su primer largometraje, Nocturna, una película de terror.
Cabezas unió en el mismo plató de la Escuela de Cine de Madrid a actores profesionales con aficionados y gente de la calle. "Todos los que recibieron el guión aceptaron participar, incluida Victoria", explica Cabezas. Ninguno cobró. Entre los profesionales están Óscar Jaenada -protagonista de Camarón-, Vicente Romero y Macarena Gómez -Padre Coraje-. Los más difíciles de convencer, según explica el director y guionista, fueron dos personajes de la calle que no son actores: El Turco y El Loco. "El Turco es Modesto López, el portero de un bar. No quería saber nada de salir en una película, pero tenía que ser él por su físico, y su voz... Los malos en el cine español son cutres, y para El Turco quería un malo de verdad". Para hacer el papel de El Loco, el otro malo de la película, fichó a un cliente del videoclub, Raúl Sanz. "Para mí es el Willem Dafoe español. Como todos, ha hecho un papel excelente", explica Cabezas.
La película ya ha recibido el premio al mejor director en el festival internacional de la Boca del Lobo. Además, los protagonistas se han comprometido a participar en la versión en largometraje de Carne de neón, que producirá Morena Films. "La clave fueron las albóndigas de mi suegra", bromea Cabezas. "Como no les pagábamos, estaba obsesionado con que se fueran con la tripa llena. Puse a trabajar a toda la familia: los suegros, los padres, mi novia, mi hermana, una amiga...".
Carne de neón, con un presupuesto de poco más de 30.000 euros, nace de una historia del guión del largometraje. Nos introduce en la historia de Pura (Victoria Abril), la madre de Ricky (Óscar Jaenada), prostituta que acaba de salir de la cárcel. Su hijo, para aparentar una vida normal frente a su madre, intenta deshacerse de los que han sido su familia en los últimos 10 años: una yonqui, un delincuente, un travesti... Pero todo se conjura contra Ricky. Según Cabezas, se trata de "un cruce entre Mujeres al borde de un ataque de nervios y Reservoir dogs".
Para este joven director, trabajar con Victoria Abril ha sido un aprendizaje: "Es como una máquina. Aprende cada sílaba y las repite 100 veces. Trabajó el papel un montón, buscó en Málaga un referente de Pura. Le hizo leer el guión y cogió sus giros, sus expresiones... Además, me tranquilizaba en todo momento: 'Paco, no te preocupes, que va a salir'. Incluso le alargamos un poco el texto".
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