miércoles, 27 de febrero de 2008

Arranca el Ciclo de Cine Iberoamericano

La semana que viene el cineclub La Dolce Vita inaugura el Ciclo de Cine Iberoamericano, que comprenderá la proyección de tres cintas presentadas a la última edición del festival de Huelva. Para ir abriendo boca, aquí tenéis una información sobre la peli que proyectaremos el martes 4 de marzo. (Esta semana, por tanto, no habrá votaciones).

‘LA ANTENA’, CINE EXPRESIONISTA ARGENTINO DEL SIGLO XXI

Sin diálogos hablados apenas, en blanco y negro y con trucajes que emulan a los pioneros del cine, el filme argentino "La antena" llevó al Festival de Cine Iberoamericano de Huelva y al de San Sebastián una actualización del expresionismo alemán erigida en una de las propuestas más. 

"La intención es poner al espectador frente a algo totalmente diferente y que tiene mucho que ver con el lenguaje puro del cine. Es proponer un viaje y un juego", declaró el director Esteban Sapir (Buenos Aires, 1967).
"La antena" es una fábula sobre una ciudad dominada por la televisión y cuyos habitantes han perdido el habla, en una narración donde la imaginación visual asume un papel esencial. El tema "es la comunicación y cómo los medios audiovisuales influyen en las propias ideas de las personas", dijo el cineasta. 


El filme "es muy particular y lo fue también la concepción. Soy fotógrafo básicamente y lo que me interesó era expresar con imágenes puras. La película surge a partir de un diseño de imagen, no de un guión", dijo Sapir sobre su segundo largo tras "Picado fino" (2004). 


La formación visual de Sapir, cuya productora LadobleA realizó cientos de comerciales y videoclips, así como un documental sobre una gira de la cantante colombiana Shakira, es patente en la cinta, que imita la imagen vetusta del cine mudo pero actualizada. 


"Me interesa mucho el lenguaje del cine mudo, la película es una suerte de reinterpretación llevada a la actualidad, fusionada con elementos del cómic, elementos gráficos y mucho collage", comentó. 


Entre las referencias más evidentes están el cine expresionista alemán, con Friedrich Wilhelm Murnau y Fritz Lang a la cabeza, así como el cine surrealista de Luis Buñuel. 


"La antena", exhibida el pasado junio en el Festival de Karlovy Vary, es "como un gran homenaje" repleto de "planos-idea”. Por ello, la trama "es muy simple, para que todas esas ideas visuales funcionen y que por debajo de la historia superficial haya un relato paralelo, dado por las asociaciones de imágenes y la utilización de símbolos. Eso establece un diálogo con el espectador que va más allá", agregó. 



Celuloide antiguo y elementos retrofuturistas
El homenaje a los pioneros del cine mudo incluye la imitación de sus trucajes a base de espejos, perspectivas falseadas y sobreimpresiones de negativo, aunque para ahorrar tiempo se recurrió a emularlos por medios digitales. "Mi intención era hacer trucas ópticas", pero "hubiera tardado un año en hacer la película", apuntó el cineasta. 


Por ello, la cinta se rodó en súper 16 milímetros y luego se digitalizó para hacer trucajes y darle la textura de celuloide antiguo, incluidos los parpadeos y ralladuras propios de las películas de hace ocho decenios. 


Otra clave del rico mundo visual del filme es la dirección artística, a cargo de Daniel Gimelberg, que construye un mundo sin edad ni lugar definidos y plagado de símbolos y referencias. "Crear un mundo verosímil para que la historia funcionara fue lo que más costó. Se usaron elementos de diferentes épocas, hay mezcla de cosas de los años 20, los años 50, un poco retrofuturista. Daniel se inspiró en edificios de Nueva York y Buenos Aires, que trasladó a una ciudad medio de juguete", refirió Sapir. 


También destacan las cartelas en las que en el cine mudo se escribían los diálogos, y que Sapir usa como elemento superpuesto a la imagen, a guisa de bocadillos en las viñetas de una historieta, y como elemento expresivo, al igual que en el manga o cómic japones. 


"Es un elemento metalingüístico de la película, que utiliza parte de su propio lenguaje como elemento casi protagónico, un texto que interactúa con los personajes y es expresivo en función de ellos", enfatizó el director. (EFE)

martes, 26 de febrero de 2008

BLOW UP

La película

Ficha técnica
• Año: 1966.
• Duración: 108 mins.
• Nacionalidad: Gran Bretaña.
• Género: Drama-intriga.
Ficha artística
• Directores: Michelangelo Antonioni.
• Guión: Tonino Guerra y Michelangelo Antonioni,
basado en el cuento de Julio Cortázar.
• Reparto: David Hemmings, Vanessa Redgrave,
Sarah Miles, Peter Bowles, Jane Birkin, Gillian Hills
y Verushka.
• Música: Herbert Hancock (AKA Herbie Hancock).
• Fotografía: Carlo Di Palma.
• Producción: Bridge Films. Distribuida por MGM.
Sinopsis
Adaptación de un cuento de Julio Cortázar que narra la historia de un fotógrafo que, tras realizar unas tomas en un parque londinense, descubre al revelarlas una forma irreconocible que resulta ser un cadáver.
Una de las películas más aclamadas de Antonioni, premiada en el Festival de Cannes con la prestigiosa Palma de Oro.



Crítica

UN FILM LIGADO AL TIEMPO EN EL QUE FUE HECHO
La critica siempre se mostró dividida ante esta película. El sector más radical izquierdista de mediados de los sesenta no supo ver más allá de sus narices que la obra de Antonioni tenía un valor y un poder especial y sobre todo trataba unos temas igual de interesantes que los de sus defendidos padres neorrealistas.
El hecho de que Antonioni reflejase estatus sociales superiores en sus películas y filmase sus angustias vitales y los entresijos de sus pensamientos o que se interesase por una clase social alta a la hora de mostrar sus vidas y sus cotidianos quehaceres no le restaba importancia ni interés a su obra cinematográfica, sino que le añadía una característica que otros pocos podrían hacer sobresalir. Blow-Up es un film íntimamente ligado al tiempo en el que fue hecho: Londres, mediados de los 60, basado en un cuento de Julio Cortázar de quien Antonioni toma sólo la idea: un fotógrafo profesional descubre al revelar y ampliar un carrete de fotografías algo que a simple vista no había sido capaz de ver. En el relato de Cortázar la pequeña historia y su significado es completamente distinto al del film de Antonioni, pero, ¿cuál es el significado del film? “Necesitaré al menos otro film para explicar Blow-Up” dice el director en Cannes.
Si esta película, aparentemente, se despega de la obra anterior de Antonioni, lo hace sólo espacialmente, volando de Italia a Gran Bretaña, pero, en el fondo vuelve a ser una recreación de la misma, de los mismos elementos que definen la obra de este autor, desde ángulos distintos, tal vez más simples, y por tanto, más comprensibles.
Ata mejor los cabos del discurso y aunque la trama y su fin quedan abiertos a la interpretación, todo su desarrollo formal sigue y mejora las pautas ya vistas en sus anteriores películas.


Blow-Up es el reportaje vivo visto por los ojos del director italiano. A través de un héroe, el fotógrafo, captamos la ciudad, el sentido de sus gentes, su forma de vida, el significado de sus más apartados rincones. Desgraciadamente, el éxito de la película se debe más a los trazos de la época que simultáneamente registraba del ambiente del “Swinging London”, con las debidas dosis de sexo, drogas y rock and roll, el glamour de los estudios fotográficos repletos de bellas modelos, los meandros artísticos pop y el fenómeno del movimiento mod, que a esa interrogación formal sobre la imagen.
Lo fundamental ocurre en ese combate que el protagonista establece con el objetivo fotográfic (en algunas interpretaciones del relato de Cortázar se habla incluso de una historia contada por el objetivo de la cámara fotográfica) y la disección de las imágenes a la que se dedica de ampliación en ampliación. El carácter ambiguo de la imagen como instrumento del conocimiento de la realidad es lo que se juzga. Antonioni le llamó a éste “un film zen”, un film que se explica o se presta a muchas interpretaciones en la medida en que esta inspirado en la problemática de la apariencia de la realidad.
El juego entre la verdad y la fantasía, lo que fue y lo que pudo haber sido, lo que sucedió de verdad o lo que tal vez no sucedió nunca; ese extraño camino por el que deambula el protagonista durante 24 horas, de un amanecer a otro, enmarcado en la fantasmagórica presencia de un grupo de extrañas gentes de rostros pintados de blanco, será uno de los mensajes más profundos que el cine nos haya dado. Ese juego final donde el protagonista acaba por intervenir para, después, disolverse y dejarnos la amargura de no saber si realmente hemos llegado a conocer o ha sido tan sólo un espejismo.
Blow-Up tuvo una gran influencia en las generaciones de cineastas más jóvenes, ésta se hizo notoria más adelante en películas como La Conversación (1974) de Francis Ford Coppola y en Impacto (1981) de Brian De Palma.


El director

(Ferrara, 1912). Tras colaborar en un guión de Rossellini y trabajar como ayudante del director Marcel Carné, Michelangelo Antonioni rueda su primer cortometraje, el documental Gente del Po (1943-1947). Más tarde, debuta en el largometraje con Diario di un amor robado (1950), agudo análisis de la crisis de una pareja. Siguen La signora senza camelie (1952), dura descripción del mundo del cine, y Las amigas (1955), angustiosa adaptación de la novela de Pavese Tra donne sole. En estos trabajos ya se perfilan claramente cuáles serán los temas del director de Ferrara: la dificultad para establecer relaciones auténticas entre las personas, la imposibilidad de comprender la realidad, y el desarraigo de los individuos ante una sociedad neocapitalista, fría y deshumanizada.
En las películas siguientes, Antonioni se aleja de la simple crónica neorrealista, abandona los ambientes burgueses y empieza a narrar el malestar existencial en el mundo proletario. Rueda El grito (1954), que describe la trágica historia de un obrero que responde con el suicidio al dolor provocado por el fin de una relación amorosa.
A continuación, Antonioni realiza La aventura (1960), La noche (1961), La eclipse (1962) y El desierto rojo (1964), películas con las cualesrenueva con ímpetu el cine italiano, tanto en los contenidos como en la forma. Bajo la apariencia de historias policíacas atípicas, sus protagonistas femeninos describen la pérdida, la derrota, el desasosiego; en resumen, todo aquello que el mismo Antonioni define como “incomunicabilità”. Sin embargo, Antonioni no siempre es capaz de controlar la materia que trata, quizás por ser demasiado instintivo o por disponer de una amplia cultura que le impide concentrarse.
En cualquier caso, sus películas son desiguales y, al lado de éxitos indiscutibles, como El grito, rueda obras caducas, que repiten los temas y las situaciones anteriores, con diálogos que rozan el ridículo.


Las películas siguientes, caracterizadas por una belleza aparente y excesivamente vistosa, repiten estos resultados desiguales: Blow up, Deseo de una mañana de verano (1966) se rueda en Londres y narra una peculiar historia llena de símbolos fáciles y anacronismos del Swinging London; Zabriskie Point (1970) se rueda en EE.UU. y representa una curiosa alegoría sobre los jóvenes y la contracultura, vistos por la mirada apocalíptica de un director de tramoya. En El reportero (1972) volvemos a encontrar la antigua maestría de Antonioni. En cambio, sus dos películas siguientes, El misterio de Oberwald (1980) e Identificación de una mujer (1982), son una apostilla repetitiva.
Con la perspectiva actual, el cine de Antonioni se nos presenta irremediablemente efímero: sin seguidores que hayan sabido desarrollar los aspectos menos caducos de su lección (como el uso innovador del lenguaje cinematográfico y la lucidez desesperadamente laica de su mirada), su filmografía es solamente el estéril testimonio de una personalidad inconfundible, para el bien y para el mal. El venerado realizador italiano falleció a los 94 años, horas después que otro grande del cine europeo: Ingmar Bergman.
la película se debe más a los trazos de la época que simultáneamente registraba del ambiente del “Swinging London”, con las debidas dosis de sexo, drogas y rock and roll, el glamour de los estudios fotográficos repletos de bellas modelos, los meandros artísticos pop y el fenómeno del movimiento mod, que a esa interrogación formal sobre la imagen.
Lo fundamental ocurre en ese combate que el protagonista establece con el objetivo fotográfico (en algunas interpretaciones del relato de Cortázar se habla incluso de una historia contada por el objetivo de la cámara fotográfica) y la disección
de las imágenes a la que se dedica de ampliación en ampliación. El carácter ambiguo de la imagen como instrumento del conocimiento de la realidad es lo que se juzga. Antonioni le llamó a éste “un film zen”, un film que se explica o se presta a muchas interpretaciones en la medida en que esta inspirado en la problemática de la apariencia de la realidad.
El juego entre la verdad y la fantasía, lo que fue y lo que pudo haber sido, lo que sucedió de verdad o lo que tal vez no sucedió nunca; ese extraño camino por el que deambula el protagonista durante 24 horas, de un amanecer a otro, enmarcado en la fantasmagórica presencia de un grupo de extrañas gentes de rostros pintados de blanco, será uno de los mensajes más profundos que el cine nos haya dado. Ese juego final donde el protagonista acaba por intervenir para, después, disolverse y dejarnos la amargura de no saber si realmente hemos llegado a conocer o ha sido tan sólo un espejismo.


Blow-Up tuvo una gran influencia en las generaciones de cineastas más jóvenes, ésta se hizo notoria más adelante en películas como La Conversación (1974) de Francis Ford Coppola y en Impacto
(1981) de Brian De Palma.

lunes, 25 de febrero de 2008

Herbie Hancock


Herbie Hancock (Chicago, 12 de febrero de 1940), pianista, teclista y compositor estadounidense de jazz. Excepto free jazz, ha tocado prácticamente todos los estilos jazzísticos surgidos tras el bebop: hard bop, fusión, jazz modal, funk jazz, jazz electrónico, etc.; en 2005 publicó el disco Possibilities, en el que se aproxima también a la música de baile.
Se trata de una de las figuras que más opiniones encontradas suscita dentro del jazz contemporáneo. Es un artista inquieto estilísticamente que se ha dejado influir por casi todas las tendencias musicales de la segunda mitad del siglo XX. No obstante, el estilo pianístico y de teclado de Hancock son completamente suyos, con su propios rasgos armónicos urbanos y complejos, y sus ritmos particulares. Habiendo estudiado ingeniería, Hancock estuvo siempre perfectamente preparado para la era electrónica: fue uno de los primeros maestros en el piano eléctrico Rhodes y en el clavinet Hohner. En todo caso, el piano ha sido siempre su instrumento preferido.
Fue autor de dos de las composiciones jazzísticas más populares de la historia, "Watermelon Man", primer corte de su disco de debut Takin' Off (1962), que arrasó en las emisoras de rhythm and blues en la versión de Mongo Santamaría, y "Cantaloupe Island", que 32 años después de su creación tendría un gran éxito popular cuando el grupo de hip hop británico US3 la sampleó.
Hancock ha reconocido a Miles Davis como su músico preferido porque "defendía el principio básico del jazz, que consiste en tocar el momento, no el pasado".



Reseña biográfica


Aprendió a tocar el piano a la edad de siete años y pronto se convirtió en un prodigio, tocando como solista el primer movimiento de un concierto para piano de Wolfgang Amadeus Mozart a los once años con la Orquesta Sinfónica de Chicago. Tras estudiar en el Grinnell College (época en la que escucha a Oscar Peterson y Bill Evans), Hancock fue invitado en 1961 por su descubridor Donald Byrd a unirse a su grupo en Nueva York; más tarde, Blue Note le ofreció un contrato individual. En su álbum de debut, Takin' Off grabó la canción Watermelon Man (‘el hombre sandía’), que anteriormente había sido tocada por el gran percusionista Mongo Santamaria
En mayo de 1963, Miles Davis le pidió que se uniese a su banda para las sesiones de Seven Steps to Heaven; se quedó con él durante cinco años, lo que le hizo perder parte de su estilo en favor de una absorción de las directrices musicales de Davis (importancia del silencio y el espacio, concepto del tempo como algo esencial al jazz), quien incluso le sugirió pasarse al piano eléctrico Rhodes. Por su parte, Hancock aportó a la música de Davis un sonido amplio, audaz y a la vez agradable, con marcadas raíces en el blues. Durante esa época, su carrera en solitario con Blue Note siguió adelante, destacando con cuatro sofisticadas composiciones: Maiden Voyage (en su disco homónimo), Cantaloupe Island, Goodbye to Childhood y Speak Like a Child. Tocó también para el productor Creed Taylor y compuso la banda sonora para la película Blow Up de Michelangelo Antonioni, Empyrean Isles (1964), que le abrió las puertas a futuras colaboraciones con el mundo del cine.
Hancock participaría en In A Silent Way y Bitches Brew, discos originarios de la fusión jazz-rock.
Abandonó a Davis en 1968 y grabó un disco de funk, Fat Albert Rotunda; en 1969 formó un sexteto que causó sensación. Fuertemente empapado de la era electrónica, añadió a su piano eléctrico y a su clavinet el sintetizador de Patrick Gleeson, y las grabaciones se volvierón más complejas rítmicas y estructuralmente, creando su propia visión de la vanguardia.
Hacia 1970, añadió a su nombre, como otros muchos músicos de jazz, su nombre africano: Mwandishi. Disolvió su banda en 1973 y, tras estudiar budismo, decidió que su objetivo debía ser hacer feliz a su público.
El siguiente paso fue un grupo de funk cuyo primer disco, Head Hunters, se convirtió en el mayor éxito de ventas de jazz de la historia. En este disco se produjo la explosión de la fusión en su vertiente más funky y negra, un disco rítmico y muy bailable, lleno de alusiones a Sly Stone y James Brown, abundante en sintetizadores y sonidos eléctricos. Manejando todos los sintetizadores él mismo, Hancock grabó varios álbumes electrónicos. Sin embargo, en ningún momento abandonó el jazz acústico. Tras una fugaz reunión del Miles Davis Quintet de 1965 (Hancock, Ron Carter, Tony Williams, Wayne Shorter, con Freddie Hubbard en vez de Miles) en el Newport Jazz Festival de 1976, decidieron ir de gira al año siguiente como V.S.O.P. El rotundo éxito del gurpo provocó que Hancock se coronase como un gigante del piano, que la dirección post-bop que Miles había tomado a mediados de los sesenta no se perdiese y que se allanase el camino para el revival de los neo-tradicionalistas, algo que tuvo lugar en los ochenta con Wynton Marsalis. V.S.O.P. continuó reuniéndose esporádicamente hasta 1992.
Hancock continuó con su inquieta trayectoria en los ochenta: consigue un éxito en la MTV en 1983 con el sencillo Rockit (acompañado de video); se une al virtuoso de kora gambiana Foday Musa Suso, dando como fruto un disco en directo de 1986 Jazz Africa; sigue componiendo bandas sonoras para películas y tocando en festivales y giras con los hermanos Marsalis, con George Benson, con Michael Brecker y con muchos otros. Tras su álbum tecno-pop de 1988 Perfect Machine, Hancock abandonó la compañía Columbia (su sello desde 1973) y firmó un contrato con Qwest que se tradujo en pocos resultados artísticos, si se exceptúa A Tribute to Miles de 1992. Finalmente, se unió a PolyGram en 1994 para grabar jazz para Verve y realizar discos de pop para Mercury.
Su álbum River: The Joni Letters, con colaboraciones de Tina Turner y otras divas de la música, fue premiado con el Premio Grammy al Álbum del Año en 2008, hazaña inusual para una grabación de un género minoritario como el jazz.



Selección discográfica


1962: Takin' Off (Blue Note)
1963: My Point Of View (Blue Note)
1963: Inventions and Dimensions (Blue Note)
1964: Empyrean Isles (Blue Note)
1965: Maiden Voyage (Blue Note)
1966: Blow-Up (Blue Note)
1968: Speak Like a Child (Blue Note)
1969: The Prisoner (Blue Note)
1969: Fat Albert Rotunda (Warner Bros.)
1970: Mwandishi (Warner Bros.)
1971: Crossings (Warner Bros.)
1973: Head Hunters (Columbia/Legacy)
1973: Sextant (Columbia)
1974: Thrust (Columbia)
1974: Death Wish (Sony Music Special Products)
1975: Flood (CBS/Sony)
1975: Man-Child (Columbia)
1976: Secrets (Columbia)
1977: Live in Japan (Columbia)
1977: V.S.O.P., Vol. 1 (Columbia)
1978: Sunlight (Columbia)
1978: The Piano (Columbia)
1979: Mr. Hands (Columbia)
1981: Magic Windows (Columbia)
1984: Sound System (Columbia)
1985: Village Life (Columbia)
1986: Jazz Africa [live] (Verve)
1988: Perfect Machine (Columbia)
1994: Dis Is Da Drum (Mercury)
1995: The New Standard (Verve)
1997: 1+1 (Verve)
1998: Gershwin's World (Verve)
2001: Future 2 Future (Transparent Music)
2005: Possibilities (Concord/Hear Music)
2007: River: The Joni Letters (Verve)

jueves, 21 de febrero de 2008

Cine para todos los gustos

Encantados tras el "aforo completo" del pasado martes, volvemos con tres nuevas propuestas para alimentar vuestras pupilas. Empezamos con "El sirviente" de Joseph Losey, un drama psicológico con excelentes críticas. Como segunda opción, lo que han llamado obra maestra del cine kurdo, un filme sobre las minas antipersonales: "Las tortugas también vuelan". Y para finalizar, volvemos al Reino Unido con Blow-Up, la Adaptación de un cuento de Julio Cortázar que consiguió la Palma de Oro en Cannes.
La elección es vuestra...

domingo, 17 de febrero de 2008

NO ES PAÍS PARA VIEJOS

Parecen la versión intelectual de Zipi y Zape, uno pelirrojo y el otro moreno. Ambos con gafas y aspecto reservado. Ethan y Joel Coen están considerados directores de culto y no es para menos después de dirigir películas como Sangre fácil, El gran Lebowski o Barton Fink.
Pero si algo les caracteriza es su labor multifacética: escriben, producen, dirigen y editan todos sus filmes. Algo inusual en estos lares. Y más cuando uno se da cuenta que tienen completo control artístico. ¿Cómo lo consiguen? Muy fácil: manteniendo un presupuesto relativamente bajo en sus producciones por lo que los estudios se mantienen al margen.
La ambientación de la mayoría de sus obras es localista, haciendo hincapié en los acentos y costumbres de la zona, como en el caso de Fargo o Arizona baby. Su última película, No Country for Old Men, no es la excepción a la regla, ya que tiene lugar un espacio tan nortamericano como Rio Grande, en el estado de Texas. Cuando un cazador, interpretado por Josh Brolin, se encuentra varios cadáveres y dos millones de dólares en un lugar remoto, Anton Chigurh (Javier Bardem), un asesino sin sentimientos, comienza a perseguirle para conseguir lo que considera suyo.
La película es un thriller que se centra especialmente en sus personajes. Los diálogos son brillantes y están perfectamente ejecutados por un reparto inmejorable. Los críticos americanos ya la han comparado con Fargo, e incluso algunos se atreven a proclamar que es aún mejor.
No country for old men es una adaptación de la novela de Cormac McCarthy, No es país para viejos, publicada en 2005 en EEUU y traducida al castellano por Mondadori en febrero de este año. (Rosa Gamazo. El público.es)

LA PELÍCULA

Ficha técnica
• Año: 2007.

• Duración: 122 mins.

• Nacionalidad: EE.UU.

• Género: Western-drama.


Ficha artística

• Directores: Ethan y Joel Coen.

• Guión: Ethan Coen, Noel Coen, basado en la novela de Cormac McCarthy.

• Reparto: Tommy Lee Jones, Javier Bardem, Woody Harrelson, Josh Brolin, Stephen Root, Kelly Macdonald y Garret Dillahunt.

• Música: Carter Burwell.

• Producción: Miramax Films / Paramount Vantage / Scott Rudin Productions.

• Fotografía: Roger Deakins.


Sinopsis


En el estado fronterizo de Texas, en el año 1980, Llewelyn Moss (Josh Brolin), un cazador de antílopes que se encuentra cerca de Río Grande, descubre un día un hombre acribillado a balazos, un cargamento de heroína y dos millones de dólares en efectivo...


• 8 nominaciones a los Oscar: Mejor película, director, guión adaptado, actor de reparto (Javier Bardem), fotografía, montaje, sonido y efectos sonoros.
• Globos de oro: Mejor guión, mejor actor secundario (Javier Bardem).

• Junta Nacional de críticos de EE.UU.: Mejor Película.

• Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor película, mejor dirección, mejor guión, mejor actor secundario (Javier Bardem).


Crítica

BRILLANTE VUELTA A LOS ORÍGENES

En No es país para viejos, donde los Coen vuelven a hacer gala de su brillante puesta en escena, un estilo visual seco, directo, limpio de artificios, pero sin por ello escudriñar dentro del alma de sus personajes.
Dotando a todo el conjunto de un estilo visual que brilla con luz propia tanto en las escenas donde el encuadre requiere un uso del formato panorámico (todas aquellas en el desierto, de una brillantez formal magistral), como aquellas escenas intimistas donde la puesta en escena debe fluir y acompañar a los geniales diálogos. Los cuales por cierto, no serían posibles sin el excelente guión que acompaña esa brillante capacidad visual, un libreto que desborda profundidad psicológica, memorables frases de una incisión emocional en las raíces de la violencia, que cortan la respiración durante sus momentos cumbre. Mención aparte para el apartado actoral, en el cual destaca la antológica actuación de Javier Bardem como el asesino Anton Chirguh, que resulta de una perfección incontestable, a la altura de los mejores villanos que se recuerdan en una sala de cine. Acompañando la labor del actor español, unos secundarios no menos acertados, un reparto sólido y consistente, donde Josh Brolin (aquel que muchos recordamos como uno de nuestros adorados Goonies y que tan bien está sabiendo reencaminar su carrera después del acierto de Planet Terror), también da una demostración de introspección considerable, con un carisma fuera de toda duda y que rivaliza en personalidad con Bardem. Más allá de ellos dos, el contrapunto perfecto se encuentra en ese privilegiado actor que es Tommy Lee Jones, que junto al resto de secundarios, demuestra que no hay pequeños papeles con grandes actores. La perfección de todos sus elementos dan como resultado un film practicamente perfecto, al cual sólo la distancia en el tiempo podrá otorgar el tan comunmente utilizado término de obra maestra. Incluso, según dicen aquellos que han tenido la ocasión de leer la novela de McCarthy, realmente fiel a al tono y los hechos narrados en sus lineas. A lo largo de la película, los Coen vuelven a recurrir a aquel imaginario que ha presidido siempre su obra, un tipo de novela negra que hunde sus raíces en escritores sensacionales como Hammet, Raymond Chandler y sobre todo, el gran William Falkner, para hacer una relectura moderna de las convenciones que presidían aquellas obras. Lo cual les permite el suficiente distanciamiento referencial como para incluso introducir sus dosis de habitual, y brillante, humor negro. No es por ello casual que funcione tan bien en este film el equilibrio entre el aspecto dramático y un tono de cinismo desencantado que trasciende (sobretodo en el tramo final) la propia historia para apoderarse del verdadero sentido de esta historia que nos ocupa. Escenas como la conversación del sheriff con su ayudante sobre un determinado suceso y un collar de perro, o ciertas resoluciones visuales y dialogadas a lo largo de todo el metraje, dan muestra de que los Coen aún conservan ese sentido del humor negro y socarrón que destacaba en su obra. Por otra parte, puede sorprender ese final donde la narración lineal (que había transcurrido de forma impecable), deja paso a una reflexión mucho más profunda de lo que parece sobre la verdadera esencia del espíritu americano. Todo el film es una brillante metáfora sobre la violencia inherente que padece como lacra la actual sociedad americana, ya que Anton Chirguh, no es más que la manifestación física de dicha violencia, que se expande como un virus para salpicar de sangre hasta la mente más inocente (especialmente reveladora en ese sentido la escena de los dos chavales en bicicleta, con su pureza “manchada”). En ese devastador y deprimente final que nos proponen los Coen, el personaje de Tommy Lee Jones, ya retirado como sheriff, nos explica un sueño, una esperanza que todavía habita dentro del americano medio, una luz que ilumine el camino por el cual transitar para evitar que esa violencia que yace escondida dentro de la enferma sociedad americana. Una reflexión desencantada a partir de la cual se forma el relato, y con la cual los personajes se expresan, deambulando por unos parajes tan áridos y solitarios como el futuro desesperanzador que les aguarda. En definitiva, una excepcional película, un film que permanecerá en la retina del espectador durante mucho tiempo, poseedor de un desgarrador y agrio mensaje, cuyo gran poder de sugestión le confiere un valor único. El retorno de los Coen por la puerta grande, una obra descomunal. (P
or Ivan Villamel, de muchocine.net).

jueves, 14 de febrero de 2008

Malas costumbres

Empieza a convertirse en una mala costumbre esto de dejar para el último día las propuestas de la semana, pero una vez más el tiempo se nos ha echado encima. Así pues, con un firme propósito de enmienda, os presentamos las películas candidatas de esta semana:En primer lugar repite "No es país para viejos" (No Country for Old Men), la gran triunfadora de los premios de la National Board of Review, que creemos, merece una nueva oportunidad. Seguimos con “La soledad”, otra triunfadora, esta vez en los premios Goya. Y terminamos con “EL último rey de Escocia”, que tampoco se queda corta, pues su actor protagonista alcanzó el Oscar y el Globo de Oro. Esperamos que tanto premio sea justificado y podamos disfrutar, como es habitual, de un gran filme.
Animamos a todos a formar parte de la historia de este cineclub ejerciendo el derecho al voto y, sobre todo disfrutando del cine cada martes con nosotros. Gracias por estar ahí.

domingo, 10 de febrero de 2008

PERSÉPOLIS


Ficha técnica

• Año: 2007.
• Duración: 95 mins.
• Nacionalidad: Francia.
• Género: Animación-drama.

Ficha artística

• Directores: Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud.
• Guión: Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud; basado en las novelas gráficas de Marjane Satrapi.
• Doblaje original: Chiara Mastroianni (Marjane adolescente y adulta), Catherine Deneuve (Tadji, madre de Marjane), Danielle Darrieux (abuela), Simon Abkarian (Ebi, padre de Marjani), Gabrielle Lopes (Marjane niña), François Jerosme (tío Anouche).
• Música: Olivier Bernet.
• Producción: Marc-Antoine Robert y Xavier Rigault.

Sinopsis

Marjane es una joven de nueve años que crece en el Irán de la Revolución Islámica. A través de sus ojos vemos cómo las esperanzas de su pueblo quedan rotas cuando los fundamentalistas toman el poder.
Inteligente y sin miedo, Marjane engaña a los “guardianes sociales” y descubre el punk, Abba y Iron Maiden. Pero cuando su tío es ejecutado sin piedad y las bombas caen alrededor de Teherán en la guerra entre Irán e Irak, el miedo diario que rodea su vida es palpable.
A medida que crece, la audacia de Marjane hace que sus padres se preocupen por su seguridad. Y así, a los catorce años, toman la difícil decisión de enviarla a una escuela en Austria. Vulnerable y sola en un país extraño, resiste los malos tragos típicos de un adolescente. Además, Marjane tiene que combatir el hecho de ser equiparada con el fundamentalismo religioso y el extremismo de los que tuvo que huir.

Crítica

YO SOY DE TEHERÁN
Desde que Pixar descubriera que hay cine de animación más allá de la Disney y Tim Burton hiciera rentable la “animación de autor”, las propuestas llegadas en este campo han encontrado financiación y se han llevado a cabo con una más que estimulante respuesta por parte del público. El cómic, en todas sus vertientes, ha sido un caldo de cultivo excelente para este éxito, al haber educado en sus claves narrativas a las últimas generaciones que visitan los cines.
Si el deslumbramiento técnico también ha calado en el cine de animación, donde la hiperrealidad y el uso masivo de la informática se han convertido en las apuestas normales, Persépolis propone una caligrafía manual, una animación funcional en blanco y negro que cautiva como una poesía sencilla. Toda la potencia de esta película, escrita y dirigida por la propia Satrapi y Vicent Paronnaud, está en el dinamismo de su narrativa, en la fuerza de sus personajes (destacando a la abuela de Marji, con la voz de Danielle Darrieux) y en el asombroso ejercicio descriptivo, lleno de ritmo e inteligencia, que la autora realiza acerca de su adolescencia.
Destacar el virtuosismo con que están narrados los episodios de los cambios físicos adolescentes y el primer amor de la protagonista: un ejemplo de originalidad y concreción entre lo que se quiere contar y la técnica narrativa utilizada.
Persépolis es una propuesta singular, única, que deja con ganas de saber más acerca de esa adolescente que vive el mundo que le rodea de modo tan intenso. El trozo de historia de un país que supone una lección de amor hacia el paisaje del que somos originarios y hacia las personas que nos descubren su esencia. (José M. Robado).

LA DIRECTORA MARJANE SATRAPI: MIRANDO ATRÁS SIN IRA

Persépolis es la autobiografía de Marjane Satrapi, la primera iraní historietista. El rotundo éxito de ventas y críticas de esta autora en Francia es atestiguado por 15.000 ejemplares vendidos, dos tercios de ellos en librerías generalistas, y dos premios en las dos últimas ediciones del salón de Angouleme: al mejor primer álbum en 2001 y al mejor guión en 2002.
Hija única en una familia de Teherán de talante progresista, estudia en el Liceo Francés hasta la supresión de los colegios bilingües por las autoridades islámicas surgidas de la revolución de 1979. Ella y su familia, simpatizantes de la revolución antes de que adquiriera un carácter islamista, viven con dolor las restricciones de las libertades individuales, la represión, la imposición del velo femenino y el estallido de la guerra Irán-Iraq, que el nuevo régimen utiliza para consolidarse.
En 1983, cuando tiene 14 años, sus padres deciden enviarla a estudiar al liceo francés de Viena (Austria), para que pueda completar su educación laica y se desarrolle en un ambiente menos opresivo que el de su país natal. Marjane no habla alemán, pero en ese momento es más fácil para un iraní conseguir un pasaporte para Austria que para Francia. Tras completar los estudios primarios regresa a Irán para estudiar Bellas Artes, pero poco después decide marcharse a Francia, y desde entonces reside en París.
Se introduce en el mundo del cómic de la mano del dibujante y guionista David B., quien le sugiere narrar de este modo sus recuerdos de infancia en Irán. Nace así Persépolis, una obra que arranca en los momentos finales del régimen del sha y que da cuenta de las dificultades de vivir bajo un Estado teocrático, inventando maneras de seguir viviendo una vida laica a pesar de la vigilancia de los guardianes de la revolución y de los vecinos oportunamente convertidos a un islamismo más militante que el del propio gobierno.
En 2003 publicó Bordados, un cómic sobre las mujeres iraníes que fue nominado para el premio al mejor álbum en el Festival del Cómic de Angulema de 2004. Bordados no obtuvo el premio, pero sí lo hizo su siguiente obra, Pollo con ciruelas.
Además de Persépolis, Satrapi ha escrito y dibujado diversos libros infantiles. Para Albin Michel ha ilustrado Sagesse et Malices de la Perse y para la editorial Nathan ha realizado Hachda le dragon, Les monstres n’aiment pas la lune e, ilustrado por Jean Piere Duffour, Ulysse au pays des fous.
Tras Persépolis su próximo proyecto en historieta tratará sobre la mitología Persa “cuya influencia en la cultura europea ha sido oscurecida por la tradición greco-latina”.

viernes, 8 de febrero de 2008

Perdón por el retraso 2.0

Pidiendo disculpas de nuevo por el retraso en la publicación de la encuesta, que nos deja (una vez más) sólo un día para votar, os comentamos las propuestas de la semana:

En primer lugar tenemos "No es país para viejos" (No Country for Old Men), la gran triunfadora de los premios de la National Board of Review. Seguimos con “Persepolis”, nominada al Oscar a la mejor película de animación, que narra la conmovedora historia autobiográfica de una niña iraní en pleno fundamentalismo islámico, desde la revolución islámica hasta nuestros días. Y para terminar, una cinta poco conocida, “¡Soy Linda!” (Bin ich schön), filme donde Doris Dörrie nos ofrece una tipología de personajes femeninos y masculinos que tratan de encontrarle la vuelta a la vida. Ahí es nada!

Nuevamente os emplazamos a votar, a contrarreloj, la peli que mas os guste.

martes, 5 de febrero de 2008

Anatomía de un asesinato


Ficha técnica

• Título original: Anatomy of a murder.
• Año: 1959.
• Duración: 160 mins.
• Nacionalidad: EE.UU.
• Género: Drama judicial.

Ficha artística

• Director: Otto Preminger.
• Guión: Wendell Mayes, basado en la novela de Robert Traver.
• Reparto: James Stewart, Lee Remick, Ben Gazzara, Arthur O’Connell, George C. Scott, Eve Arden, Kathryn Grant, Joseph N. Welch.
• Música: Duke Ellington.
• Fotografía: Sam Leavitt (B&W).
• Producción: Columbia Pictures.

Sinopsis

Un policía asesina fríamente al violador de su mujer. Tras ser detenido, es llevado a juicio, donde se reflejarán todo tipo de emociones humanas, desde los celos a la rabia.

Crítica

LA MEJOR PELÍCULA DE JUICIOS DE LA HISTORIA DEL CINE

Sin lugar a dudas la mejor película de juicios de la historia del cine, junto con Doce Hombres sin piedad y Testigo de cargo.
A pesar de estar rodada en 1959, el argumento sigue estando muy fresco y vivo a día de hoy.
Otto Preminger realiza un film arriesgado tratando temas muy escabrosos en aquella época como, las violaciones, el maltrato o el asesinato.
Si por algo destaca el film es por su impecable realización, unos planos perfectos una dirección exquisita de un gran director poco recordado en la actualidad.
Las actuaciones son de primer nivel con el grandísimo James Stewart, en el papel del abogado defensor, y George C. Scott como el fiscal, un auténtico duelo interpretativo entre ambos de los que ya no se ven. El espectador cree estar sentado en la sala y asiste a la lucha dialéctica entre Stewart y Scott una lucha por demostrar quien es mejor letrado y los cuales harán cualquier cosa por ganar.
Con unos diálogos ágiles, audaces, rápidos e inteligentes que dotan a la película de un ritmo frenético.
Pero, también pasa por momentos divertidos, como en una escena cuando el juez y los abogados tratan de encontrar una palabra más discreta que “bragas”, cuando hablan de la ropa interior de la mujer violada. Realmente Brillante.
Un film brillante de obligado visionado puro deleite para el espectador, joder esto es cine y lo demás son tonterías, que puta maravilla.

lunes, 4 de febrero de 2008

Son de la Frontera

Grupo de flamenco formado por jóvenes herederos y seguidores de la escuela de Diego del Gastor que, a través de la fusión y el diálogo entre el Tres cubano y la Guitarra flamenca, realiza una reinterpretación creativa del Toque, Cante y Baile de Morón de la Frontera, abriendo sus cauces y discursos artísticos al tiempo que vivimos.

La peculiar sensibilidad y trayectoria de cada uno de los músicos, su conocimiento de la tradición y su carácter renovador permiten que su interpretación integre los elementos básicos del Toque de Morón en nuevas composiciones enriquecidas con influencias de las músicas más diversas.

En estos tres años de camino SON DE LA FRONTERA ha llevado su música por escenarios de Estados Unidos, Sudamérica, Europa y toda la geografía española.

En 2004 presentan su proyecto en la Feria del Disco de La Habana “Cubadisco” una prueba de fuego para presentar la inclusión del Tres Cubano en el flamenco ante un público conocedor y experto en el instrumento.

En el verano de 2004 se publica su primer disco “Son de la Frontera” (Nuevos Medios) que inmediatamente obtiene el reconocimiento unánime de la crítica especializada y el respeto del público aficionado posicionándolos como una de las bandas mas interesantes e innovadoras del Flamenco actual.

La gira de su primer disco les lleva a tocar en los más importantes Festivales de Flamenco y World Music. En 2005 Flamenco in the Sun (Miami) o Womad (Madrid) o Q-uba Música (Holanda) son los primeros en programarlos. En el 2006 intervienen en Flamenco Festival New York, Flamenco Festival Londres, Festival Suma Flamenca (Madrid), Bienal de Flamenco de Holanda, Womex (Sevilla). Actúan este año también en Chicago, París (Semana de Andalucía), Guadalajara (México) y en el Festival Les Suds à Arles (Francia) en compañía de Martirio así como en numerosas ciudades españolas.

También en 2006 forman parte del cartel de “Acordes con Leonard Cohen” homenaje al cantautor que se presenta en varias ciudades de España.

En Septiembre de 2006 presentan su nuevo espectáculo “Cal” con el repertorio de su nuevo disco en la Bienal de Sevilla de Flamenco.

“CAL” (Nuevos Medios) es el título del nuevo trabajo discográfico del grupo. En él siguen ahondando en las raíces de la música de Morón de la Frontera (Sevilla) y ampliando su repertorio con composiciones propias.