Whisky

Ficha técnica

• Duración: 94 mins.
• Nacionalidad: Uruguay, Argentina, Alemania
  y España.
• Género: Comedia dramática.
• Año: 2004.

Ficha artística

• Director: Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll.
• Guión: Juan Pablo Rebella, Pablo Stoll y Gonzalo Delgado Galiana.
• Reparto: Andrés Pazos (Jacobo Köller), Mirella Pascual (Marta), Jorge Bolani (Herman Köller), Ana Katz (Graciela), Daniel Hendler (Martín), Verónica Perrota, Jorge Temponi, Alfonso Tort, Ignacio Mendy.
• Guión: Juan Pablo Rebella, Pablo Stoll y Gonzalo Delgado Galiana.
• Música: Pequeña Orquesta Reincidentes.
• Fotografía: Bárbara Álvarez.
• Producción: Fernando Epstein.

Sinopsis

Montevideo, Uruguay. Jacobo (Andrés Pazos) tiene 60 años. Desde la muerte de su madre, a quien cuidó hasta el último día, vive en soledad. Lo único en su vida es su modesta fábrica de medias, hoy casi en bancarrota.

Marta (Mirella Pascual) tiene 48 años y trabaja para Jacobo desde hace 20. Es la empleada con más experiencia, oficia de supervisora, pero cumple funciones más allá de eso. Es la encargada de solucionarle la vida a Jacobo. A pesar de eso, su relación cotidiana es muy fría.

Herman (Jorge Bolani) es el hermano menor de Jacobo, está casado, tiene dos hijas y una exitosa fábrica de medias. Vive en Brasil y hace 20 años que no viene a Montevideo; ni siquiera al funeral de su madre. Al cumplirse un año de la muerte, se tiene que hacer la ceremonia de la lápida (matzeiva) de la madre y Herman avisa de su viaje. Ante la visita de su hermano, Jacobo le pide a Marta que se haga pasar por su esposa durante esos días.

Crítica

Mínimas y patéticas existencias. Pequeña joya de la cinematografía uruguaya, emparentada con esas historias mínimas que recientemente nos ha ofrecido el argentino Carlos Sorín (Historias mínimas, Bombón el perro), y con aún mayores influencias estéticas del finlandés Kaurismaki (Un hombre sin pasado).

Esencialismo narrativo y de puesta en escena para contarnos, con escasísimos y escuetos diálogos, la historia interior de dos hermanos judíos que se reencuentran un año después del fallecimiento de su madre, y de una mujer entrada en años que ha de hacerse pasar por la esposa de uno de ellos.

Seres patéticos y tristes, con unas vidas sin concesiones al disfrute, rutinarias y sin alicientes, de horizontes bajos y un futuro gris. Personas arrastradas por su pasado de soledad y falta de afecto, o de amargura y resentimiento, o de cicatería y remordimiento, según los casos. Pero, siempre, almas doloridas y miradas secas, emociones reprimidas y planteamientos ruines, seres que quieren pero que no logran enderezar unos destinos deprimentes.

La cámara de Rebella y Stoll recoge ese mundo interior y penetra en el espectador para trasmitir mucho con poco. Unos planos fijos y despojados de artificio, una fotografía realista y una puesta en escena minimalista, una economía narrativa y un humor lacónico, o una sobriedad gestual y de movimientos, todo ello nos lleva al uni-verso de Kaurismaki, trasladado aquí
al cono sur.

Película selecta y minoritaria, llena de tanto humanismo y ternura —sin un ápice de sentimentalismo— como de tristeza y laconismo. Arriesgada producción para mostrar, a modo de fábula, las miserias interiores del hombre, pero con unos personajes tratados con respeto y distancia por los directores, y magníficamente interpretados por el trío protagonista. (Julio Rodríguez Chico).

Los directores: El adiós de Rebella

Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll nacieron en Montevideo, Uruguay, en 1974.

Empezaron a trabajar juntos mientras cursaban estudios de Comunicación Social en la Universidad Católica del Uruguay, donde ambos se licenciaron en 1999. A partir de entonces trabajaron de forma conjunta como guionistas y directores de varios proyectos audiovisuales, entre ellos el largometraje 25 Watts (Uruguay, 2001), ganador de varios premios internacionales (mejor largometraje en el festival de Rotterdam, mejor opera prima en el festival de La Habana, premio FIPRESCI y mejor actuación masculina Festival de cine Independiente de Buenos Aires, etc.). Ambos trabajaban paralelament como directores free-lance en TV y publicidad.

Premios y nominaciones de Whisky:

• Festival Internacional de Cine de Cannes (2004) - Premio de la Mirada Original y Premio FIPRESCI en la sección “Una cierta mirada”
• Festival de Cine Independiente de Sundance (2002) - Premio al mejor guión latinoamericano.

Claves de la muerte de Rebella:

• Su último filme fue el ganador del Goya a Mejor Película Extranjera de Habla Hispana 2005.
• Tenía 32 años y se da por descontado que se suicidó.
• Su cuerpo fue hallado por su compañera y el co-director de la película, Pablo Stoll.
• Rebella escribía un nuevo guión, tras el gran éxito logrado con Whisky, escrita y dirigida junto a Stoll.